jueves, 26 de junio de 2014

EL USO DE LA TECNOLOGIA EN LA SOCIEDAD EN LA QUE VIVO

Con el fin de implementar una visión integral sobre la tecnociencia, me propongo presentar una reflexión social, acerca de las interacciones entre innovación tecnológica, desarrollo económico y sociedad. Para ello parto de un enfoque humanista, basado en los Estudios Sociales de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación CTSI. Pretendo demostrar que la innovación, antes que tecnológica, es social y por lo tanto cultural. Además de que la dimensión CTSI, valora más allá de los aspectos productivos, tangibles y cuantificables, los
valores intangibles implícitos en el desarrollo tecnocientífico. Se exige, por lo tanto, un cambio de mentalidad basado en la conciencia crítica, sobre el significado socio cultural del desarrollo tecnológico moderno. Este significado incluye acciones, intenciones, creencias y valores, en un momento en que la innovación representa un tema importante de investigación en las ciencias sociales.
Innovación tecnológica, economía y sociedad: una reflexión necesaria para CTS
Para comenzar, es conveniente recordar que vivimos en una época donde el saber y el poder, conforman una estrecha relación de amplias implicaciones, tanto en las geoestrategias mundiales, como en la magnitud del desarrollo científico moderno, acompañado de innovaciones tecnológicas a gran escala. Lo anterior hace imposible trazar líneas divisorias, entre producción científica e innovaciones tecnológicas. En ese sentido, la tecnociencia aparece como causa y efecto multiplicador de nuevos conocimientos, que moldea la sociedad e impacta sus demandas sociales.
El conocimiento implica a su vez una construcción socio cultural, revestida de características particulares, máxime en las circunstancias predominantes a nivel mundial. Estas circunstancias destacan por la ruptura ética y legal en el manejo del poderío tecnocientífico, en medio de una globalización ampliamente recolonizante, así como de la más compleja e inmoral de las conexiones entre dominación, exterminio masivo y desarrollo tecnológico.
Debemos ser conscientes de los riesgos actuales, derivados de una tecnociencia, que se aplica en los escenarios de la guerra antes que en la construcción de paz, equidad y desarrollo humano sostenido. Y se aplica en momentos en que la tendencia bélica militar, involucra extensas zonas geográficas del planeta, amenazadas por muchos años, bajo el poder destructivo de un aparato científico y tecnológico militar, que ha demostrado no tener límites ni fronteras, y menos conciencia y principios humanistas.
Por otra parte, por razones difíciles de explicar en el marco del presente trabajo, en Colombia no existe aún la suficiente claridad, sobre las relaciones entre innovación tecnológica, competitividad, crecimiento, desarrollo, calidad, excelencia, impacto social, cultural y ambiental.
Posiblemente ello obedece a la falta de comprensión acerca de la esencia de la innovación tecnológica, la que además de factores económicos, comprende elementos de alta complejidad socio cultural. Por esta razón, resulta difícil asimilar su dinámica transversal e interactiva, en un medio en el que la formación en Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación, adolece de graves deficiencias interdisciplinarias, así como de apoyo institucional.

LA INCORPORACIÓN DEL USO DE LA TECNOLOGÍA EN LA VIDA DE LAS PERSONAS MAYORES.

Nuestras sociedades están envueltas en un complicado proceso de transformación no planificada que está afectando a la forma como nos organizamos, como trabajamos, como nos relacionamos, como ocupamos nuestro tiempo libre y como aprendemos. Estas transformaciones se refieren al desarrollo de las nuevas tecnologías que nos introducen en la Sociedad de la Información. Como ha apuntado Negroponte (1995:20): "La informática ya no se ocupa de los ordenadores sino de la vida misma". Cambios que nos afectan a todos, también a las personas mayores.
Paralelamente, asistimos a lo que se ha dado en llamar la “revolución silenciosa”, debido al descenso de la natalidad y al aumento de la esperanza de vida, el envejecimiento ha experimentado un progresivo crecimiento. Al mismo tiempo, las personas mayores son cada días más activas. La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2002) habla del concepto de “envejecimiento activo” que revierte los esfuerzos hacia el mantenimiento de la independencia y la capacidad funcional al máximo posible.
Esta situación es especialmente llamativa en España, donde este grupo de edad crecerá en porcentajes muy superiores al resto de la población. A modo de ejemplo, el grupo de 85 y más años crecerá un 80% en los próximos veinte años, mientras que el de 20 a 34 años perderá casi un tercio de sus efectivos (IMSERSO, 2002). La cifra de mayores ha aumentado siete veces en el siglo XX, mientras que el total de nuestra población nacional se ha doblado (INE 2001).
En suma, “revolución tecnológica” y “revolución demográfica” constituyen dos procesos que caracterizan nuestra sociedad actual y que además se han producido de manera simultánea y rápida en el tiempo. La cuestión que nos planteamos es la siguiente: ¿Cómo podemos ayudar los educadores para que la revolución tecnológica influya de manera activa en las personas mayores contribuyendo a mejorar su calidad de vida?.
De momento, nos preocupan los datos estadísticos (Fundación Auna, 2004) que ponen de manifiesto que los mayores utilizan la tecnología en menor grado que el resto de la población, lo que está provocando que vayan quedando rezagados de la Sociedad de la Información. Las personas mayores constituyen un colectivo con una gran disponibilidad de tiempo libre, que podrían sacar un gran provecho, a través del manejo de las nuevas tecnologías, con la formación adecuada y, en muchos casos, las adaptaciones necesarias para sus uso.
La afirmación del Dr. Rojas Marcos (2003) supone un enorme reto para los educadores que trabajan con personas mayores: “Los avances de la medicina, las nuevas tecnologías de la información, las nuevas formas de entender los derechos y las responsabilidades sociales, han transformado la situación de las personas mayores en nuestra sociedad. Hoy en día las personas mayores viven más años, gozan de mejor salud y participan activamente en la vida de su entorno con actuaciones que contribuyen a la mejora de la sociedad: impulsan actividades intergeneracionales, intervienen en proyectos de voluntariado y aprenden a utilizar las nuevas tecnologías para comunicarse con el mundo”.
APRENDIZAJE A LO LARGO DE LA VIDA DE LAS PERSONAS MAYORES
Hay algunos fenómenos que han hecho del aprendizaje no una elección sino una obligación. Aspin, Chapman, Hatton y Sawano (2001: XIX), editores del International Handbook of Lifelong Learning comentan: "Estamos viviendo en una nueva era en la que las demandas son tan complejas, tan multivariadas y tan cambiantes que la única manera que seremos capaces de sobrevivir es mediante el compromiso con un proceso de aprendizaje individual, colectivo y global a lo largo de nuestra vida y para todos nosotros".
Una característica del Aprendizaje a lo Largo de la Vida, y que desde mi punto de vista lo hace sumamente interesante, es que entiende que TODOS podemos aprender, y que el aprendizaje no tiene por qué estar limitado a ningún colectivo en particular ni a ninguna edad.
La necesidad de aprender a lo largo de toda la vida se ha convertido en un lema cotidiano. Zabalza (2000: 165) habla de que hemos convertido "la agradable experiencia de aprender algo nuevo cada día, en un inexcusable principio de supervivencia". En otro tiempo uno se formaba para toda una vida, hoy día nos pasamos la vida formándonos.
Sin embargo, nuestra sociedad construye y difunde estereotipos negativos que devalúan el proceso natural de envejecimiento y por lo tanto, las posibilidades que éste colectivo tiene para seguir aprendiendo. Por ejemplo, el estereotipo acerca de las limitaciones de las personas mayores genera cierta actitud negativa ante un posible crecimiento personal en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Se tiende a pensar que las personas mayores no se llevan muy bien con las nuevas tecnologías y utilizan bastante poco las que ya tienen en casa y parece ser que dos de las explicaciones a esas reticencias son: la complejidad y el desconocimiento o falta de información sobre cómo funcionan. Casi todas las personas de edad avanzada son vulnerables a estos prejuicios. Pero nos podemos preguntar, ¿a quien de nosotros no nos ha sucedido los mismo al empezar a utilizar un ordenador o Internet?.
En nuestra opinión, las personas mayores –como todos- se comportan como se espera de ellas. Muchas optan por evadir todo tipo de actividades gratificantes y placenteras, aunque estén en condiciones de gozarlas, juzgándolas contrarias a las convenciones sociales. Se produce la llamada profecía autocumplida que, a su vez, reproduce el llamado efecto Mateo. Es un efecto que los sociólogos vienen utilizando para expresar el proceso a través del cual los que más tienen, cada vez tienen más, y los que menos, cada vez tienen menos.

EL ORIGEN Y LAS PRIMERAS ÉPOCAS DE LAS TIC

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), se originan gracias a la invención de las computadoras, siendo la primera la Mark I, con el paso del tiempo se dio origen a las llamadas computadoras personales y al Internet, con el cual se dio un impulso gigantesco a las nuevas tecnologías, haciendo de esta forma mas fácil el acceso a la información que sea de nuestra utilidad.
Se han convertido en medios o gestores para el cambio político y social no basadas en la riqueza material sino en la riqueza del conocimiento, muchos  han llegado ha darle mucha importancia al conocimiento de la cibercultura.
Su origen se remonta a la época de 1980.
Con la aparición de las nuevas tecnologías a fundamentado la economía de la moneda y recursos físicos a una sociedad donde surge como el nuevo capital intangible por encima del dinero.
Esta es una nueva sociedad realizada por los países mas avanzados hay países que no tiene los recursos para integrarse a esta nueva sociedad masiva.
Se caracteriza por tener usuarios de cualquier parte del mundo que pueden vincularse en grupo ya sea social o cultural.
El ciberespacio es conocido como cibercultura.
Se dice que es una calidad de vida pero tiene aspectos positivos y negativos
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